De abril a julio pasados Amigos llevó a cabo las visitas de medio año a los doce proyectos que estamos apoyando en 2017. El objetivo central en estas visitas fue, además de observar los avances de cada proyecto, el diálogo directo con los equipos de colaboradores para conocer de su propia voz los problemas que enfrentan día con día.
¿Qué situaciones no se han resuelto, cuáles son nuevas, cómo se pueden solucionar, qué herramientas se tienen para enfrentarlas? Son algunas de las preguntas que hemos platicado con los equipos.
Sus respuestas, aunque acordes con el contexto particular y población que cada una atiende, tienen un lugar común: aumento de la pobreza y la violencia en todos los casos. No sorprende pero si duele y preocupa profundamente.
Corroboramos, lamentablemente, que de tres años que inició nuestro trabajo en la Dirección Operativa a la fecha, la situación es mucho más crítica ahora. No se han resuelto los problemas endémicos y, en contraste, se han agregado problemáticas nuevas que requieren también nuevas estrategias.
Hoy, más que nunca, el trabajo de Amigos cobra relevancia como facilitador de los procesos que encabezan las organizaciones que apoyamos. Pero no perdamos de vista que el trabajo principal lo llevan ellas y la población que atienden. Amigos pone su grano de arena en una labor mucho más grande y compleja que requiere el esfuerzo de todos.