Como todos los procesos históricos, los derechos humanos han ido evolucionando con el paso del tiempo, complejizándose y ampliándose a medida que el reconocimiento de la dignidad humana se ha ido extendiendo en todo el mundo. Así, de acuerdo al contexto histórico en el que fueron apareciendo, es posible hablar de derechos humanos de primera (derechos civiles y políticos), de segunda (derechos económicos, sociales y culturales) y de tercera generación (derechos de los pueblos).
Los derechos económicos, sociales y culturales , conocidos como DESC, se incluyen en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y su protección está estipulada en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) de 1966. Estos derechos son:
- Derecho a una vivienda digna
- Derecho al agua
- Derecho a la salud(asistencia social, asistencia médica, seguridad social y cobertura sanitaria universal)
- Derecho a una educación adecuada
- Derecho a una alimentaciónadecuada
- Derecho al trabajo digno (incluyendo el derecho de huelga y a la libertad en la elección de empleo)
- Derecho a la defensa y preservación de la cultura y su acceso a ella
- Derecho al medio ambiente sano
Cada derecho implica la obligación por parte del Estado, y otros actores no estatales, como las empresas, de respetarlo y protegerlo, cumplirlo y garantizarlo. Sin el ejercicio pleno de los DESC, la libertad de las personas se ve restringida, su seguridad resulta amenazada y su exposición a la explotación y a la exclusión social se incrementa significativamente.
A pesar de este marco legal reconocido internacionalmente, en la actualidad alrededor de 795 millones de personas en el mundo carecen de los alimentos suficientes y de calidad para llevar una vida saludable y activa. Eso es casi uno de cada nueve personas en la tierra.[1] Esta situación es aún más incomprensible si consideramos que jamás en la historia se habían producido tantos alimentos. El problema no es, entonces, la carencia sino el acceso a los mismos. Por esta razón, a instancias de la FAO, desde 1996 se reafirmó el derecho de toda persona a tener acceso a alimentos sanos y nutritivos, en consonancia con el derecho a una alimentación adecuada y con el derecho fundamental de toda persona a no padecer hambre.
En México existen más de 54 millones de personas que aún viven en pobreza y sufren carencias alimentarias. Como señala The Hunger Project en su informe 2015:
Acabar con el hambre y la pobreza para el año 2030 sólo es posible si transformamos las políticas existentes, si trabajamos con ambición para superar la desigualdad… y utilizamos los últimos avances en investigación y tecnología para innovar y compartir las mejores prácticas. Esta estratégica requiere un rompimiento en la manera de trabajar hacia un desarrollo sostenible inclusivo y justo para todas y todos.[2]
La imagen descarnada de la crisis rural y la pobreza en el México de la segunda década del siglo XXI se expresa con toda claridad en las entidades tradicionalmente más pobres (Chiapas, Guerrero y Oaxaca), que en 2012 sumaron cerca de cuatro millones de personas con hambre.[3]
Ante esta realidad tan dolorosa, en Amigos de San Cristóbal nos sentimos orgullosos de apoyar a tres organizaciones que están implementando proyectos de fortalecimiento de la soberanía alimentaria, en diversas regiones de nuestro estado:
CÁRITAS DE SAN CRISTÓBAL
Resumen del proyecto: Continuidad a las actividades de mejoramiento de la nutrición materno infantil del barrio Las Flores del Ejido Candelaria, municipio de San Cristóbal de Las Casas, a través del seguimiento en la alimentación de niñas y niños. Asimismo, se capacitará a dos promotoras para los casos de salud, peso y talla; y a 4 promotoras para la producción de especies menores, horticultura y transformación de alimentos en conservas de frutas y verduras.
ENLACE, COMUNICACIÓN Y CAPACITACIÓN
Resumen del proyecto: Promoción de la educación nutricional y alimentaria en familias de 7 comunidades campesinas e indígenas de las cañadas de Las Margaritas, la zona de los Lagos de Montebello y zona Fronteriza, con el fin de mejorar la nutrición y la producción agro-ecológica.
ASOCIACIÓN DE PRODUCTORES LA JORNADA
Resumen del proyecto: Fortalecimiento de la soberanía alimentaria, a través de la construcción de 1 pozo para filtración de agua y 1 tanque para almacenarla; de 1 horno para pan; de un laboratorio para producción de medicamentos naturales; y de la cría de borregos y conejos.